
Bienestar en la escuela
Los niños con trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH) encuentran más obstáculos en su camino hacia el éxito que el estudiante medio. Los síntomas del TDAH, como la incapacidad de prestar atención, la dificultad para permanecer sentado y la dificultad para controlar los impulsos, pueden dificultar el rendimiento escolar de los niños con este diagnóstico.
El enfoque de gestión conductual del aula fomenta los comportamientos positivos del alumno en el aula, mediante un sistema de recompensas o un boletín de notas diario, y desalienta sus comportamientos negativos. Se ha demostrado que este enfoque dirigido por el profesor influye en el comportamiento de los alumnos de forma constructiva, aumentando el compromiso académico. Aunque se ha probado sobre todo en escuelas primarias, se ha demostrado que la gestión conductual del aula funciona con alumnos de todas las edades.1
El entrenamiento organizativo enseña a los niños a gestionar el tiempo, a planificar y a mantener organizado el material escolar para optimizar el aprendizaje de los alumnos y reducir las distracciones. Esta estrategia de gestión se ha probado con niños y adolescentes.1
Centro nacional de salud mental escolar
Los niños mentalmente sanos tienen más éxito en la escuela y en la vida. Una buena salud mental es fundamental para el éxito de los niños en la escuela y en la vida. Las investigaciones demuestran que los estudiantes que reciben apoyo socio-emocional y de salud mental y conductual obtienen mejores resultados académicos. El clima escolar, el comportamiento en el aula, la participación en el aprendizaje y el sentido de conexión y bienestar de los estudiantes también mejoran. La salud mental no es simplemente la ausencia de enfermedades mentales, sino que también abarca la promoción del bienestar, la salud social, emocional y conductual, y la capacidad de afrontar los retos de la vida. Si no se atienden, los problemas de salud mental se relacionan con costosos resultados negativos, como problemas académicos y de conducta, abandono escolar y delincuencia. Los problemas de salud mental y conductual no sólo afectan a la participación de los estudiantes en el aula a corto plazo, sino que también interfieren en el desarrollo a largo plazo de relaciones positivas y habilidades relacionadas con el trabajo.
Las escuelas son un lugar ideal para prestar servicios de salud mental y conductual a niños y jóvenes. Las escuelas proporcionan un contexto ideal para la prevención, la intervención, el desarrollo positivo y la comunicación regular entre la escuela y las familias. Las escuelas también ofrecen relaciones afectivas y conexiones regulares y consistentes entre los estudiantes y el personal, tanto en persona como virtualmente. Los profesionales de la salud mental empleados en las escuelas (es decir, psicólogos escolares, consejeros escolares, trabajadores sociales escolares y enfermeras escolares) conocen a los estudiantes, a los padres y al resto del personal, lo que contribuye a la accesibilidad de los servicios. Las investigaciones demuestran que es más probable que los estudiantes busquen asesoramiento cuando los servicios están disponibles en las escuelas. En algunos casos, como en las zonas rurales, las escuelas proporcionan los únicos servicios de salud mental en la comunidad. Los servicios de salud mental escolares integrales y culturalmente receptivos pueden ayudar a abordar las desigualdades en el acceso y ayudar a reducir el estigma asociado con la recepción de servicios de salud mental, haciéndolos parte del tejido del sistema escolar.
Recursos de salud mental en la escuela
Los profesores y el personal de la escuela son fundamentales para apoyar la transición de los niños de vuelta al aprendizaje en el aula, especialmente después de períodos prolongados de cierre de la escuela. Además de seguir utilizando las diferentes habilidades que los profesores han estado usando para asegurar el aprendizaje y el bienestar emocional de sus alumnos mientras las escuelas estaban cerradas, las siguientes sugerencias podrían ser útiles cuando las escuelas vuelvan a abrir:
Antes de enseñar nuevos contenidos académicos a los alumnos, los profesores y el personal de la escuela deben dedicar tiempo a comprobar cómo les va a los niños. Recuerde que los niños pueden tener dificultades para concentrarse al principio o pueden necesitar más tiempo para volver a la rutina del aprendizaje. Ofrezca oportunidades para que los niños hagan descansos, se muevan y vuelvan a conectar con sus amigos y compañeros.
Los niños pueden aportar sugerencias; ayudar a decorar las paredes del aula con mensajes coloridos y acogedores y trabajar en pequeños grupos para que puedan apoyarse mutuamente para ponerse al día en el aprendizaje. Hágales saber que apoyarse mutuamente les ayudará a superar esto juntos. Recuerde elogiar a los niños por sus contribuciones y esfuerzos. Los profesores pueden fomentar los sentimientos de seguridad y protección interactuando y desarrollando relaciones positivas con cada alumno y utilizando rutinas durante el día para ayudar a los niños a sentirse seguros y protegidos.
Ejemplos de intervenciones en la escuela
En este análisis, exploramos el panorama de los servicios de salud mental en las escuelas durante el año escolar 2021-2022, las barreras para ofrecer servicios y cómo las políticas recientes facilitan la expansión de la atención de salud mental en las escuelas. Nos basamos en los datos del nuevo Panel de Pulso Escolar 2022, un estudio del Centro Nacional de Estadísticas Educativas y la Oficina del Censo de los Estados Unidos que encuesta mensualmente al personal de las escuelas públicas de primaria, secundaria, preparatoria y de grado combinado sobre una variedad de temas, incluyendo los servicios de salud mental en las escuelas.1
Los servicios de salud mental en la escuela pueden mejorar el acceso a la atención, permitir la identificación y el tratamiento tempranos de los problemas de salud mental, y pueden estar relacionados con la reducción del absentismo y la mejora de los resultados de salud mental. Los servicios escolares también pueden reducir las barreras de acceso para las poblaciones desatendidas, incluidos los niños de hogares con bajos ingresos y los niños de color.
La prestación de servicios de salud mental en las escuelas ha evolucionado a lo largo del tiempo y sigue variando entre ellas. Algunos estudiantes acceden a los servicios de salud mental en persona en las escuelas o cerca del campus, mientras que otros acceden a los servicios a través de la telesalud. La prestación de servicios puede variar desde un único proveedor (que no es necesariamente un profesional de la salud mental con licencia) hasta un equipo de proveedores, incluyendo psicólogos, trabajadores sociales y consejeros académicos o de orientación. Un número cada vez mayor de escuelas también ha integrado el aprendizaje social y emocional y otros programas de alfabetización en salud mental en su plan de estudios.