El niño se escapa
Es la peor pesadilla de cualquier padre: vas a ver a tu hijo en mitad de la noche y no está. Tu corazón empieza a latir con fuerza y entras en pánico, llamando a sus amigos, a tus familiares y a la policía.
Tanto si su hijo se ha escapado como si ha amenazado con hacerlo -o si teme que lo haga- es fundamental que lea este artículo. James Lehman ha trabajado con adolescentes fugados durante muchos años, y en esta nueva serie de EP explica por qué los niños se fugan, las formas de detenerlos y cómo manejar su comportamiento cuando vuelven a casa.
[Nota del editor: La intención de este artículo es apoyar a los padres en situaciones en las que su hijo utiliza la huida como una habilidad de resolución de problemas defectuosa en respuesta a las reglas o límites que se establecen en el hogar. A veces hay problemas subyacentes que pueden influir en que un niño o adolescente se escape. Este artículo no pretende abordar situaciones que puedan implicar abuso, negligencia u otros problemas].
No olvides que huir es como cualquier acción. Para hacerlo se necesitan tres cosas: la capacidad, la voluntad y la oportunidad. Y seamos sinceros, los niños tienen la oportunidad y la capacidad de huir todos los días, así que lo único que hace falta es la voluntad de hacerlo. Esa voluntad puede surgir por diversas razones. Puede tratarse de una situación estresante en la que se encuentre tu hijo, el miedo a recibir consecuencias por algo que haya hecho, una forma de lucha de poder, no querer ir a la escuela o un problema de abuso de sustancias.
¿Qué hacer con un niño que se escapa?
Llama al National Runaway Switchboard 1-800-786-2929 o 1-800-RUNAWAY, y deja un mensaje para tu hijo. Muchas veces los adolescentes acuden a este servicio en busca de ayuda u orientación.
¿Por qué la gente se escapa de la escuela?
Busque signos de problemas graves
Hay muchos problemas menos graves que llevan a los niños a escaparse de la escuela, pero el absentismo escolar es a veces el resultado de una relación con las drogas, el alcohol o la actividad sexual. También puede reflejar experiencias de acoso y rechazo social o abandono, ya sea por parte de los profesores, de los compañeros o de ambos.
¿Es normal que un niño quiera huir?
Los adolescentes suelen ver la huida como una forma de conseguir una sensación de poder e independencia. Sin embargo, no entienden que es un poder y una independencia falsos, porque no pueden cuidarse de forma legítima en la calle. Aun así, esos sentimientos pueden estar muy arraigados en algunos niños.
Qué hacer si un niño se escapa de la escuela
Hay tantas razones para escaparse del colegio como niños que lo hacen. Es importante prestar atención a la evasión escolar -puede ser un serio grito de auxilio-, pero no siempre es un problema tan grande como los padres y educadores creen.
Una de mis hijas -una niña curiosa, sociable y enérgica- odiaba la escuela desde los tres años, cuando la matriculé en la guardería. Yo trabajaba en casa y a ella le encantaba pasar el tiempo allí conmigo. Siempre tenía proyectos propios en los que quería trabajar y consideraba que la escuela era una pérdida de tiempo. Sus habilidades académicas eran avanzadas para su edad, y continuaban desarrollándose a través de sus diversos intereses. En el jardín de infancia, desarrolló un caso grave de “enfermedad del lunes por la mañana”: estaba muy bien todo el fin de semana y se ponía terriblemente enferma el lunes por la mañana. Si la dejaba en casa, se ponía bien a las 10 de la mañana y se ponía progresivamente “más sana” a medida que avanzaba la semana.
Los detalles de las tácticas de evasión escolar de mi hija fueron cambiando a medida que crecía, hasta que faltó a clase más veces de las que asistió durante un año de instituto. Esto fue terriblemente preocupante para mí, pero me alegra decir que esta historia tiene un final feliz. Después de muchos años de conflicto entre nosotros, y de innumerables intentos de encontrar una buena solución, se convirtió en una entusiasta y exitosa estudiante universitaria. Por fin pudo dedicarse con pasión a temas que le parecían significativos, con una profundidad y complejidad que le resultaban desafiantes. Por fin valía la pena ir a la universidad.
Salir corriendo de la historia social de la clase
Los artículos de Verywell Family son revisados por médicos certificados y profesionales de la salud familiar. Los revisores médicos confirman que el contenido es exhaustivo y preciso, y que refleja las últimas investigaciones basadas en la evidencia. El contenido se revisa antes de su publicación y en caso de actualizaciones sustanciales. Más información.
Que un hijo se escape de casa es la peor pesadilla de cualquier padre. Más impactante aún es el hecho de que casi todos los adolescentes han pensado en escaparse al menos una vez. Sólo que no todos lo llevan a cabo.
Es importante recordar que los adolescentes que se escapan son como cualquier otro adolescente. No son malos chicos. Simplemente han tomado una mala decisión. Se han visto envueltos en algo o están sintiendo presiones de las que han sentido la necesidad de escapar. En lugar de enfrentarse a sus problemas y resolverlos, eligieron huir de ellos.
A veces la huida tiene que ver con algo en lo que el adolescente se ha metido, como el consumo de drogas o la convivencia con el grupo equivocado. Otras veces es porque han tomado una mala decisión y tienen miedo de las consecuencias. Y a veces, se trata de control.
El niño se escapa de la escuela
Los artículos de Verywell Family son revisados por médicos certificados y profesionales de la salud familiar. Los revisores médicos confirman que el contenido es exhaustivo y preciso, y que refleja las últimas investigaciones basadas en la evidencia. El contenido se revisa antes de su publicación y en caso de actualizaciones sustanciales. Más información.
Que un hijo se escape de casa es la peor pesadilla de cualquier padre. Más impactante aún es el hecho de que casi todos los adolescentes han pensado en escaparse al menos una vez. Sólo que no todos lo llevan a cabo.
Es importante recordar que los adolescentes que se escapan son como cualquier otro adolescente. No son malos chicos. Simplemente han tomado una mala decisión. Se han visto envueltos en algo o están sintiendo presiones de las que han sentido la necesidad de escapar. En lugar de enfrentarse a sus problemas y resolverlos, eligieron huir de ellos.
A veces la huida tiene que ver con algo en lo que el adolescente se ha metido, como el consumo de drogas o la convivencia con el grupo equivocado. Otras veces es porque han tomado una mala decisión y tienen miedo de las consecuencias. Y a veces, se trata de control.